MOLINOS DE AGUA. EL CUBO
Ruta de senderismo:
MOLINOS DE AGUA. EL CUBO.
Buenos dias. El dia 26 salimos a las 8,30 de la Plaza de la Fuente de la
Villa.
ATENCION:
1. Nos encontraremos en algun tramo con barro.
2. Debemos atravesar el Arroyo, si nos deja.
3. Recorrido total en torno a 14 km, ruta de poca
dificultad.
Muy importante el baston, chubasquero, calzado apropiado y los "ojos
de ver y los oidos de escuchar".
Ciriaco Castro Toro.
Psicólogo municipal.
C/ Triana, 7
953 704307
Un descubrimiento del pasado próximo. 26.01.2013
El paréntesis de la aceituna nos aleja de nuestras rutas.
Con enero retomamos nuestras experiencias. Algunos senderistas me transmiten su
inquietud ante la próxima ruta. Sentimiento que se me acrecienta al
documentarme y ampliar mi información sobre los molinos hidráulicos.
Accedo
al Catastro del Marqués de Ensenada, año 1752, y descubro la pregunta nº 17: Si hay alguna mina, salinas, Molinos harineros, o
de papel, batanes, u otros artefactos en el termino, distinguiendo si de
metales y de que uso, explicando sus dueños, y lo que regula produce cada uno
de utilidad al año.
En las páginas 35 – 40 se
hace una descripción detallada de los molinos de Martos y de sus propietarios.
Aquí se indica la existencia de 3 molinos harineros en la Pontezuela, cuyos
propietarios son Pedro Moreno, Bernardo Alboz y Martín Ortega. Uno de ellos estaba situado junto a la Torre
García. Construcción fortificada del año 1246.
Mi inquietud se une a una
gran expectativa por poder recorrer y reconstruir juntos, en esta ruta, el
mundo mágico del uso del agua. Nuestro territorio
guarda celoso la experiencia acumulada de nuestros antepasados durante muchos
años. Me ilusiono al descubrir y participar de un espacio lleno de historia. Me
ilusiono al intentar “leer e interpretar” esos signos, evidencias del uso y
asentamiento humano en el territorio de esta ruta.
El Pocico nos exige una
parada para comprobar la fuerza del agua, que la preñez de la Sierra de la
Grana expulsa por una de sus salidas primerizas. Lugar de socialización,
espacio de tertulias prolongadas en los largos días de lavado de las mujeres
del barrio de la Fuente de la Villa. Terreno común desprovisto actualmente de
este calificativo.
En la Pontezuela
descubrimos los restos del segundo molino. Afirmamos, de la mano de sabios
arqueólogos, la existencia de un molino, el tercero, de la época de los romanos
al comprobar la conducción del agua en la presa romana, que vamos a visitar.
La magia del agua se hace
cascada en el nacimiento del Arroyo del Cubo, que recibe agradecido las aguas
del Arroyo La Maleza y el Arroyo de las Mulas. El Cubo crea en su inicio un pequeño bosquete de
ribera, auténtico nicho ecológico que nos aleja del reiterado paisaje uniforme
de nuestros olivares.
Sobre el espacio de una
antigua villa romana D. Luis de Guzman, Comendador de la Orden de Calatrava,
manda construir en el año 1437 un molino harinero, el Molino del Cubo. En él se
confunde el nombre del arroyo con el nombre que se da a este tipo de molinos.
Diferentes de los molinos de aceña que reciben el impulso de agua en una piedra
vertical.
El molino nos abre al
conocimiento sabio necesario para moler múltiples elementos: cereales,
aceituna, uvas, minerales, zumaques. El molino hidráulico nos conduce al sabio
uso del agua en la alimentación de los fuelles de las fraguas.
Pero mantenemos la duda de
si en esta ruta vamos a encontrarnos con la niña que mantiene su llanto
continuado en el Molino del Cubo.
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