En memoria de nuestra amiga

Os dejo un escrito de Ciriaco a nuestra amiga Loli, que mejor que leerlo, porque no se puede expresar mejor nuestras sensaciones

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Buenos días. Os adjunto un escrito realizado en memoria de Loli. Realmente durante estos años de senderismo hemos ido conformando un grupo humano rico, diverso, creativo, solidario. El camino, el andar, y la charla nos ha ido uniendo. Las experiencias compartidas y enriquecidas por todos nos ha ayudado a sentir nuestras rutas como una actividad deseada. Todos, como grupo, y cada uno recorremos nuestro camino. El recuerdo de Loli me ha llevado a compartir con vosotros este escrito. Que descanse en paz.
 Un abrazo

Ciriaco Castro Toro.
Psicólogo municipal.
C/ Triana, 7
953 704307
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IN MEMORIAM

Loli te has ido. Nos has dejado. Sin contar con nadie. Tu ausencia es una ausencia
sonada. Tu ausencia me produce sentimientos muy encontrados. La rabia, coraje,
desazón se me unen con tristeza, pena, reflexión.
Te tengo que respetar. Por muy duro que me resulte, por encima de todo siento un
profundo respeto a tu libertad. Pero me has dejado sin palabra. Sin un diálogo posible.

Hemos repetido una ruta muy conocida para ti. Ahora al revés, de Jaén a Martos. Y
desde tu ausencia me has acompañado durante todo el camino. La subida desde la
Plaza de la Merced cuando la bajamos hace unos años. Se nos había perdido José Pérez
Cárdenas. Manolo, tu marido, solidario, colaborador como siempre se ofrece para ir a
buscarlo. Y con nuestras bromas, con tus escandalosas risas descubrimos que Manolo
se nos había perdido también. Son muchas rutas compartidas. Son muchos momentos
de sintonía. Has tenido la habilidad de hacerte presente con todos los senderistas.
Tu constante sonrisa, tus comentarios continuados. Desde tu sencillez, doblándote
sobre ti, nos contabas los misterios de la vida. Las nuevas exigencias de esta sociedad.
Reclamabas una vida sin complicaciones, sin tantas necesidades. Recuerdo jovial tu
relato de la moto de tu padre. De tus viajes sin equipaje. Del trozo de pan con aceite.
“Ciriaco, decías, entonces si vivíamos agusto”. Mi memoria, mis recuerdos se agolpan.
Una y otra ruta. Una y otra anécdota. Tu compañía con mi hija Alice en la ruta a
Charilla.
Escuchaba con atención tus preocupaciones. En Fuensanta tus lágrimas me
entristecieron. No querías hablar. Me dijiste que no querías darme un mal rato con tus
problemas y preocupaciones. No te lo acepté. Te mostré amistad, cariño, disposición.
Pero….. tú has estado por encima de todo.
Tal vez la explicación de tu hermano sea la única posible: “Ella tenía sus problemas
muy dentro y era imposible ayudarle”.

Como quiera que sea. Lamento el final de los correos de Manolo: “Ciri reserva una
plaza para Loli. Yo no os puedo acompañar. Que os vaya bien”. Lamento mi bloqueo.
Antonio me apunta que esperaba un recuerdo hacia ti en la puerta de la catedral. Siento
bloqueo, reflexión. Todos los senderistas te hemos nombrado en nuestra ruta de Jaén
a Martos. Te has quedado en nuestro recuerdo. Quedo, entristecido, con abundantes
lágrimas me haces reflexionar sobre el misterio de la vida. Me asomo a mis preguntas
existenciales: qué soy, qué quiero, por qué lucho……. Y desde tu ausencia déjame
recrearme en mis reflexiones, en mis recuerdos de las rutas compartidas. Permítenos
apostar por nuevas rutas porque los senderistas tenemos aún muchas rutas por descubrir,
mucho camino por andar. Muchos diálogos por compartir. Muchos interrogantes que
responder. Porque el camino nos espera y debemos continuarlo.
Ciriaco Castro. 26.03.2013.