Por las Sierras de Jaén y la Cañada de la Azailla
Buenas el
calor nos acompaña. Pero pienso que será mas soportable en nuestra proxima ruta
al entorno de la Cañada de la Azailla. Visitaremos la Cruz de la Chimba, La
cuerva de los dos ojos, los Llanos de Palomares y el Puerto de la Silla. Unos
16 km. Salimos a las 8 horas de la estación de autobuses de Martos. Vamos en
bus hasta la Cañada donde hacemos una ruta circular. No olvidar el bastón,
comida, agua y ganas de disfrutar en estas sierras. Es necesario reservar
plaza en el bus. Por favor solo lo hagais si estais plenamente seguros que
podeis venir. Saludos y nos vemos
Ciriaco Castro Toro.
Psicólogo municipal.
C/ Triana, 7
953 704307
Ruta. Por las Sierras de Jaén y la
Cañada de la Azailla.
27.04.13.
Lentamente
nuestras Rutas de senderismo nos van acercando
a entornos próximos a nuestro término municipal. Dejamos nuestro rico
paisaje de olivar centenario y descubrimos unos parajes de sierra, pura sierra.
Empezamos a realizar unas rutas
diferentes. Quizás la palabra
“diferente” se familiariza con nosotros y nos anima a seguir descubriendo estos
entornos que no por próximos nos son más conocidos. Subimos al Cerro de la
Luna, en plena Sierra de Ventisqueros. Desde su cumbre, de 1763 metros , se nos
achica en la lejanía nuestra Peña. Desde aquí divisamos y casi trazamos
posibles rutas por la Cañada de la Azadilla.
.
La
fuente de la Cañada de las Azadillas se ha preñado de agua. Su diminuto caño se
ha multiplicado en las sorprendidas rendijas que arrojan sin consideración
otros tantos chorros de agua.
Ascendemos.
Es necesario alcanzar la senda. Para empezar la primera pendiente no me gusta,
me cansa. La tengo que repetir con mucha mas calma. El sendero empieza a
ascender suavemente, muy suavemente. Debe ser un sendero antiguo, transitado.
Pequeños muretes de piedra ayudan a consolidar sus trazos. Señales viejas,
dañadas por el paso del tiempo nos informan del camino adecuado. Descubrimos en
sus señales (blanco y amarillo) que se trata de un Sendero de Pequeño
recorrido. Casi sin querer un manto
enorme de pinos se pone a nuestros pies, valles profundos y picos próximos nos
acompañan. Empezamos a llanear. Nos encontramos en los Llanos de Navalopo,
indicadores de una depresión glaciar. La vereda se ha hecho senda transitable
para vehículos. A la derecha ascendemos un poco. Nuestra primera parada. El
Refugio de la Cruz de la Chimba. 1125 metros . Jaén, su núcleo urbano, la
Catedral, el cerro del Castillo alejados y diminutos. Empezamos a sentirnos montañeros. Son sensaciones de
conquista. De liberación. El esfuerzo del ascenso nos abandona.
Nueva
meta. El Collado del Pocico. Aquí encontraremos la Cresta de Matamulos. Un
nuevo sendero nos sumerge en un valle profundo, alterado por los árboles
caídos, testigos del invierno pasado. Sendero muy transitado. Pasos
alternativos, ya abiertos, nos indican la mejor forma de superar estos
obstáculos. Ascendemos. Los pulmones se ensanchan. Subimos. La cumbre se ve muy
próxima. Superamos el último tramo. Llegamos. Impresionante. No sabemos a
dónde acudir. El paisaje se ha
multiplicado. El Quiebrajano, a rebosar, se nos aparece a nuestros pies. El
cañón de Pitillos se ha borrado con el agua. La ladera izquierda de olivos,
salpicada de cortijos y roturada por caminos. De frente nuestra conocida Sierra
de Ventisqueros. La Sierra de la Pandera, familiar por sus antenas. Al Este
Cagasebo y Peñablanca. Comprometedores, al norte, permanecen Grajales. Puerto
Alto. Inmensidad de pinos. Y sugerentes los llanos de Palomares. Como buenos
montañeros nos liberamos de nuevo y nos animamos a seguir conquistando estas
sierras.
Los
Llanos de Palomares nos acercan al Puerto de la Silla. Con la impresión de la
Cueva de los dos ojos nos dirigimos a nuestra meta, la Casería de la Cañada de
la Azailla. Javier López Fuentes,
nuestro guía nos ha hecho sentirnos montañeros,
aunque sigamos envidiando sus subidas a picos un poco más altos.
Ciriaco
Castro Toro. Psicólogo municipal.
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