Sendero Peña Bermeja

Empieza el año, continuamos con nuestras rutas. Salimos el día 25 de enero a las 8,30 de la Plaza de la Fuente de la Villa.  La ruta del sendero de Peña Bermeja tiene una longitud aproximada de 18 km. No tiene ninguna dificultad especial. Si llueve poco la haremos, si diluvia se suspende. Avisaría por correo. Recuerdos: traer bastón, ropa adecuada (impermeable), algo de comer y beber. Y muchas ganas de hablar y aprender. Nos vemos

Ciriaco Castro Toro.
Psicólogo municipal.
C/ Triana, 7
953 704307



Senderismo.

Martos- Sendero Peña Bermeja, Jamilena.

25.01.2014

 

 Con enero reiniciamos nuestras rutas. El Sendero de la Peña Bermeja, en Jamilena, nos espera.  Esta ruta  tiene un atractivo especial. Los senderistas estamos invitados a convertirnos en canteros. Trabajadores de una explotación importante de cemento.

Cuando visito la cantera y voy a preparar la ruta me encuentro con una cantera rehabilitada. Me suscita interés descubrir los secretos de esta explotación. Un nuevo mundo centra mi curiosidad, mi deseo de conocer. Conocer para poder compartir.

La fábrica de cemento HOLCIM, situada en Torredonjimeno, inicia su actividad en el año 1955. En este año se inicia la explotación de la cantera. El día 11 de noviembre de 2008  se cierra definitivamente. Quedan atrás 53 años de intensa actividad productiva. La fábrica y la cantera  han permitido diversificar la riqueza de estos pueblos y de la comarca. Han sido un importante centro de trabajo. Con capacidad para elaborar 1300 Tm de cemento al día. Han sido una industria que ha dinamizado el tejido productivo de esta zona. Han sido, y son, depositarias de interesantes historias de vida.  Son espacios cargados de historias personales de trabajadores anónimos.

Tengo la suerte de localizar a José Martos, natural y residente en Jamilena. José empieza a trabajar en la cantera en el año 1955.  Es capataz de la cantera durante 30 años. Se jubila en el año 1991. Hombre parco en palabras.  No llega a comprender las razones por las que se llegó a cerrar la fábrica. – El pueblo entero se echó a la calle- comenta.  La explotación de la cantera ha ido variando con el proceso de mecanización. Al principio todos los trabajos se hacían manualmente. La extracción de la roca caliza exigía voladuras con explosivos. Los barrenistas eran los trabajadores encargados de abrir el agujero para introducir la carga de dinamita. Multitud de peones ayudaban a llevar el material a las dos trituradoras. Las piedras de caliza del tamaño de un puño, junto con la marga, eran transportadas a la fábrica en Torredonjimeno. El transporte se hacía a través de un teleférico, que distaba 3100 metros de la fábrica.. 90  vagonetas  con capacidad de una tonelada y media, cada una,  alimentaban la fábrica. La bajada se hacía por su propio peso. El retroceso se conseguía con la maquinaria apropiada, que se puede observar en el Museo de la Minería. En todo el proceso se tardaba 45 minutos. Se aportaba 180 Tm de material  a la hora.

En el año 1982 se abandona el teleférico y se utilizan camiones bañera para aportar el material a la fábrica. Nuevas profesiones pueblan la cantera: los camioneros, los maquinistas, los palistas.  – El trabajo en la cantera era muy penoso por la noche- nos dice José. Se trabaja en dos turnos: de 6 a 14 horas y de 14 a 22 horas. José nos comenta que la empresa era buena con los trabajadores, los salarios eran decentes y se cuidaba mucho la seguridad en el trabajo. No recuerda ningún accidente importante durante el tiempo que estuvo trabajando.  Confío que José nos acompañe el día 25 y podamos disfrutar de su experiencia.

 

La ruta nos lleva inicialmente a Jamilena. Recorreremos el camino viejo a Jaén, para evitar la carretera. Visitamos la cantera y el Museo de la Minería. La enorme pasarela nos lleva al inicio del Sendero de la Peña Bermeja. El sendero asciende suavemente por el lateral izquierdo de la cantera. Una valla nos protege de la cantera. Una continuada empalizada nos ayuda en el suave ascenso. Vamos en fila. Oteamos sin parar el extenso paisaje. Un “casuto” oculto en la sierra nos espera. El cerramiento perimetral lo protege. Misterios del lenguaje. Para nosotros es una choza de piedra. La fila interminable de empalizada, que asciende en una continuada ese, nos anima a continuar. Mejor no mirar la cima. Andar, andar, sin olvidarse de respirar. Debemos recorrer los 6400 metros del sendero. Al final nuestra Sierra de la Grana nos espera. Ahora en su cara norte, en un tramo novedoso que nos permite descubrir el Pilar del Marchante. El paso por las ruinas del lagar de Emilio nos anima a introducirnos en la historia humanizada de nuestra Sierra de la Grana.

Ciriaco Castro Toro. Psicólogo municipal.

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