Castillo de Otiñar

Buenos días.
El próximo día 22 de febrero haremos la ruta del Castillo de Otiñar. Salimos en autobús a las 8 horas de la estación de autobuses. La ruta tiene unos 18 km. Es circular.  Tiene cierta dificultad. Es muy importante llevar un calzado adecuado, bastones y ropa apropiada. En función del estado del sendero cabe la posibilidad de cambiar su recorrido.

Reservar plaza en el autobús solo si se tiene la seguridad de poder venir. Y si surge algún imprevisto avisadme para poder atender a todos los senderistas.
Os informo que la ruta del mes de abril se realizará el día 12, en vez del día 26.
Os espero, saludos senderistas.

Ciriaco Castro Toro.
Psicólogo municipal.
C/ Triana, 7
953 704307



Senderismo.

Martos- Castillo de Otiñar.

22.02.2014.

            La lluvia no cesa. La tierra, la sierra se están preñando de agua que dejan salir por cualquiera de sus grietas. Parece ser que el sábado 22 nos hará un tiempo aceptable. Queda por ver previamente cómo estará la sierra para recorrerla. Javier me comenta que mañana día 15 él va a hacer la ruta para evitar sorpresas. Yo lamento no poder acompañarle porque tengo el compromiso de guiar a un grupo de blogeros a los olivos centenarios.

Los hechos, las actuaciones de Javier, nuestro guía, me emocionan. Nadie como él sabe cuidarnos, mimarnos. Javier vive la sierra, disfruta con la aventura. Y yo me conmuevo y me cargo de envidia. Sus palabras son un atropello cuando me narra su último reto. Se ha dado un paseo por Costa Rica. Ha ascendido a un volcán en activo. Ha buceado en Panamá en la zona de Bocas del Toro. Se ha sumergido sólo, sin guías, en la Selva amazónica de Corcovado. Aquí, dice, ha podido disfrutar de la mayor biodiversidad.  Su encuentro con cocodrilos se anula cuando narra su ataque de ansiedad al encontrarse perdido en plena selva. Javier. – Para mí este viaje ha sido un reto conmigo mismo que he conseguido superar- Javier. Nuestro guía.

            Deseo encontrarme en vivo con Javier para seguir disfrutando con sus aventuras. Deseo encontrarme, el sábado, con Javier para comprobar si no exagera al decirme que esta es una de las rutas más bonitas que vamos a realizar.

            Parece ser que nos vamos a sumergir en un sendero singular. El autobús nos deja a unos 12 km de Jaén.  El Castillo de Otiñar, encaramado sobre un risco para cumplir su función defensiva, nos espera.  Seguimos ascendiendo y nos encontramos con las viviendas actuales de los pobladores  de este territorio. Una nueva subida nos lleva hasta el Puerto de la Senda. El cruce de senderos nos puede llevar hasta el Centro de Recuperación de Aves de la Consejería de Medio Ambiente. La sierra caprichosa nos ofrece múltiples abrigos en sus pliegues rocosos. Capricho que algún serrano ha aprovechado para adecuar las conocidas como Cuevas de Lledró. Un nuevo ascenso nos permite llegar a los Rasos.  Envueltos en rocas, sumergidos en un bosque único, avanzando por un sendero singular, con unas vistas prodigiosas sobre nuestra conocida Cruz de la Chimba, vamos siempre paralelos a la carretera que avanza hasta el Quiebrajano. En el regreso descendemos por la Peña Blanca y nos volvemos a encontrar con el Castillo de Otiñar y nuestro autobús.

            El Castillo de Otiñar fue construido por los castellanos en el siglo XIII, una vez conquistada la ciudad de Jaén. Defensa obligada en el Camino viejo de Jaén a Granada. Conectado visualmente con  Torrebermeja en las Peñas de Castro, que se comunican con el Castillo de Jaén. El día 23 de junio de 1993 es declarado el Castillo de Otiñar como un Bien de Interés Cultural. BIC. 

La documentación sobre este territorio nos informa de la aldea mora medieval llamada Atorimar.  Aldea que pasó a denominarse Santa Cristina en 1826 y fue donada a Jacinto Cañada Rojo dueño del Señorío de Otiñar.  Aldea que se carga de una serie de pleitos entre sus teóricos propietarios y el Ayuntamiento de Jaén. El valle del Río Valdeazaro conserva vestigios de la ocupación humana desde tiempos prehistóricos.  Múltiples abrigos rocosos conservan pinturas rupestres esquemáticas. La mas conocida la Cueva de los Corzos. El dolmen neolítico del Cerro Veleta lo dejamos a nuestra derecha por encima del Vítor de Carlos III. Este monumento de 1784 conmemora las obras de mejora del camino viejo en el Paso de la Escaleruela donde existía una gran dificultad en el camino.

La fuerza de la naturaleza se mezcla con los vestigios de la ocupación humana de este vasto territorio lo que le lleva a adquirir un alto valor patrimonial. Creo que poder sumergirnos por esta zona bien merece nuestro esfuerzo y será un motivo más enriquecernos con nuestras rutas.  

Ciriaco Castro Toro. Psicólogo municipal.

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